miércoles, 17 de julio de 2013

Néstor Kirchner

Aprecien las imágenes de las pinturas expresionistas del otro Kirchner, Ernst Ludwig (Alemania, 1880-1938), escuchando un tema del otro Néstor, el de la cumbia villera romántica, Néstor en Bloque. Doble ataque al bloque hegemónico.



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Mujer artista

Autoretrato

Black Cat

Nollendorfplatz

Davos in Sommer







martes, 16 de julio de 2013

Estufas a kerosén*. Segunda entrega.

cuando finalmente paso por el último kiosco la señora muy mayor que durante los veranos hace y vende juguitos no me saluda con un hola sino directamente dice: mirá, date vuelta: yo me saco los auriculares de las orejas y una sensación de escalofríos me recorre desde las canillas hasta los rizos rubios que no tengo al ver, en primer plano, de frente, real, y ferozmente cerca la presencia de un león en la calle: gran melena, músculos hasta en las pesuñas, el hocico engordado, el olor a comida, a carne asada, un ronroneo sórdido. el viento inoportuno deja de soplar: ¿la señora muy mayor huyó?; tullido veo que la fiera viaja dentro de una jaula con ruedas; al lado hay otra, más angosta con dos inquietos monos tití con collares, celestes y rosados que simulan jugar. ambas jaulas van enganchadas con cadenas a una camioneta que anda, tirando y tirando, a velocidad crucero; está pintada con franjas de colores cálidos, con un dibujo de una corona de rey, dorada, sobre el techo y toda fileteada en negro en sus extremos; sobre la cúpula abierta una persona, a través de un altoparlante, celebra y anuncia la llegada del Circo Solembú, un espectáculo para toda la familia, dice, y la camioneta se detiene en el baldío, cerca de donde estoy: son varios metros cuadrados que supuestamente pertenecen a una familia de verdaderos saltimbanquis que no poseen las escrituras legales, ni siquiera una factura de compra-venta. ahhh sobrevienen a mi mente sus insistentes reclamos al Municipio. alejando el altoparlante de la boca la misma persona que viajaba arriba me brinda un trabajo relámpago: dice en voz baja, como si fuera confidencial, que me ofrece cien pesos si los ayudo a instalar la carpa.






** De Wiki: El kerosén (del griego κηρός - keros, cera) es un líquido transparente (o con ligera coloración amarillenta) obtenido por destilación del petróleo. De densidad intermedia entre la gasolina y el gasóleo o diésel, se utiliza como combustible, el JP (abreviatura de Jet Petrol) en los motores a reacción y de turbina de gas o bien se añade al gasóleo de automoción en las refinerías. Se utiliza también como disolvente y para calefacción doméstica, como dieléctrico en procesos de mecanizado por descargas eléctricas y, antiguamente, para iluminación. Es insoluble en agua.
En Cuba se conoce como luzbrillante.

viernes, 5 de julio de 2013

Poemas programáticos: “En el horizonte de la escritura: la incertidumbre, y el impulso de una energía vencedora”. Rene Char


Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud!

Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud! Tes dix-huit ans réfractaires à l’amitié, à la malveil­lance, à la sottise des poètes de Paris ainsi qu’au ronronnement d’abeille stérile de ta famille arden­naise un peu folle, tu as bien fait de les éparpiller aux vents du large, de les jeter sous le couteau de leur précoce guillotine. Tu as eu raison d’abandon­ner le boulevard des paresseux, les estaminets des pisse-lyres, pour l’enfer des bêtes, pour le commerce des rusés et le bonjour des simples.
Cet élan absurde du corps et de l’âme, ce boulet de canon qui atteint sa cible en la faisant éclater, oui, c’est bien là la vie d’un homme! On ne peut pas, au sortir de l’enfance, indéfiniment étrangler son prochain. Si les volcans changent peu de place, leur lave parcourt le grand vide du monde et lui apporte des vertus qui chantent dans ses plaies.
Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud! Nous sommes quelques-uns à croire sans preuve le bonheur possible avec toi.

 ¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud!

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Tus dieciocho años refractarios a la amistad, a la malevolencia, a la estupidez de los poetas de París, así como al ronroneo de abeja estéril de tu familia ardenesa un poco loca; hiciste bien en lanzarlos lejos de ti, meterlos bajo la cuchilla de tu guillotina precoz. Tuviste razón de cambiar el boulevard de los holgazanes, el cafetín de los mea-liras, por el infierno de las bestias, el comercio de los astutos y los buenos días de los simples.

Este impulso absurdo del cuerpo y del alma, esta bala de cañón que da en su blanco haciéndolo estallar ¡Sí, la vida de un hombre, está bien por allá! No se puede, al dejar la infancia, indefinidamente estrangular al prójimo. Si los volcanes cambian poco de lugar, su lava recorre el gran vacío del mundo y le otorga las virtudes que cantan en sus heridas.

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Nosotros somos algunos que creemos, sin pruebas, que la felicidad es posible contigo.


René Char
De Fureur et Mystère, 1948

Traducción del francés, Mario Bojórquez

martes, 2 de julio de 2013

Si querés te haré un fugo para saltar esta noche III: Apichatpong



No es fácil prestarle atención al sonido y a los colores que hay en el mundo cuando vamos a cruzar la calle o cuando el docente elogia desmesuradamente a Adorno; tampoco cuando estamos encerrados en un depósito cargando el último pack de botellas al camión. Sin embargo para superar esa limitación Tailandia y la contemporánea expansión del circuito del cine independiente, nos brindaron-nos acercaron desde hace unos años- un joven y genial cineasta:  Apichatpong Weerasethakul. En cada una de sus pelis todo es color y sonido atmósfera. La mayoría  de sus trabajos transcurren en una jungla. Realismo y tradición mística ¿oriental? se combinan generando una mezcla que, lejos de repelerse, se complementan produciendo primero una sensación de extrañamiento y luego una sonrisa a un argentino-como yo-que mira desde una casa del tercer cordón y se siente interpelado por algo que viene de muy lejos.



Para los que les gusta narrar es un autor inevitable si pensamos en inspiraciones y ese tipo de cosas;  ahora bien, no tanto en términos narrativos sino descriptivos: el modo en que compone cada una de las escenas, desde el punto de  vista de la percepción, los paneos de las cámaras, la captación de los ruidos silvestres, la respiración de los personajes y las variadas tonalidades de verdes, naranjas, celestes, es muy destacable y se gana la voluntad del espectador que, pese a que se aburre con la trama- como yo- quiere seguir viendo. En realidad los argumentos no importan y menos cuando, al cabo de unas horas frente al led, sentimos que se potenció nuestra sensibilidad y que aprendimos a reconocer nuevas texturas y formas. Claro que no es así, pero es estimulante y hace posible mejorar el cumplimiento de uno de los imperativos literarios que esgrimo a la hora de apoyar el culo para usar el teclado: presentar objetos, uno atrás de otro, presentar la realidad "material" del lugar. Lo más lindo de Apichatpong es que sus historias son desconcertantes. La narración no es lineal. Va y vuelve, o va y se pierde. A la mitad se corta abruptamente y arranca otra escena que no conecta. 

Miren y escuchen esto: